París, la ciudad de la luz.

La ciudad de las luces tiene cuatro barrios principales que no pueden faltar en el paseo por París. Uno de ellos es Saint Germain, donde se encuentra la iglesia más antigua de Francia. Lo más llamativo de esta zona parisina son sus pintorescas casas y bares, además de los edificios construidos en el siglo VI.

Otro barrio imperdible es Montparnasse, el cual se fue modernizando con el paso del tiempo. Sin embargo, todavía se pueden encontrar edificios que reflejan el arte y la historia de esta zona.

Uno de los más lindos de París es el barrio latino, bautizado así porque allí se encuentra la única universidad que antiguamente enseñaba latín. Además de sus tiendas y animados restaurantes, en este lugar predomina el ambiente estudiantil.

Por último, Saint Honoré es el barrio de lujo ideal para recorrer y contemplar las tiendas de ropa más famosas del mundo. También cuenta con una zona residencial con mansiones de lujo que conforman la parte aristocrática de la ciudad.

En el viaje a París no puede faltar la oportunidad de probar algunos de sus mejores platos y comidas típicas. Entre los más populares se destacan el sándwich croque-monsieur, el pollo coq au vin, cocinado al vino, y los escargots.

La ciudad también ofrece numerosos platos donde el queso es el protagonista, ya que Francia es de los países productores de queso más importantes. Cuentan con más de 400 tipos de queso para deleitarse.

Por último, la pastelería de París es de las más delicadas y está llena de dulces y panes para probar. Entre ellos se destacan el pain au chocolate, los macarons, éclairs y el croissant con almendras.