Hasta inicios del siglo XX, Bielorrusia no contaba con una compañía de teatro permanente, a pesar de tener diversos grupos de artistas que se dedicaban al ballet, a la ópera y a la puesta en escena de diferentes obras dramáticas.
Por suerte, esto cambió en el año 1933, cuando se fundó el primer teatro nacional. Este era considerablemente pequeño, pero asentó las bases de la futura Ópera de Minsk. El edificio sede de esta compañía teatral abrió sus puertas en 1939, y desde entonces muchos de los más importantes artistas eslavos se han presentado allí.
A pesar de ello, la Ópera de Minsk tuvo que superar muchas dificultades para llegar a ser lo que es hoy en día. Asimismo, el edificio de la ópera tuvo que resistir, junto con los habitantes de la ciudad, los terribles enfrentamientos contra el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego, la Ópera de Minsk pasó a ser escenario de muchas obras de temática política, sobre todo de las que eran apoyadas por la administración soviética. Con el paso del tiempo, la censura dio paso a piezas teatrales más liberales, así como a diversas colaboraciones internacionales.
2 Comentarios en “La Ópera de Minsk”
Ana F.
20 de junio de 2022 a las 21:47Me gusta disfrutar de las piezas musicales, sentir el poder de las notas en un ambiente bonito, y ver este precioso baile junto con las potentes voces de los artistas.
Paola Jara
23 de mayo de 2022 a las 22:24La Ópera se encuentra en un parque muy bonito nosotros pudimos acudir a uno de los ballets, pero aún si no deseas ver uno de sus espectáculos, que lo recomiendo muchísimo, debes acercarte a verla de cerca. El edificio en la que se encuentra es digno de una obra de arte.