La historia del Palacio de Topkapi inició en el año 1465, después de la toma de la ciudad de Constantinopla por parte del sultán otomano, Mehmed II. El nuevo gobernante tenía un imperio que se extendía desde Asia hasta Europa, y quería crear un centro administrativo que le permitiera controlar todos sus dominios.
Con este objetivo, la construcción del Palacio de Topkapi empezó en 1459, fue terminado en 1465, y desde entonces sirvió como palacio real para los emperadores otomanos.
En cuanto al diseño, Topkapi tiene un estilo turco tradicional. Sus torres están unidas por cuatro patios, que delimitan los distintos puntos del palacio. Igualmente, está ubicado cerca de la costa, siendo la asombrosa vista al mar de Mármara y al Bósforo uno de los principales atractivos del Palacio de Topkapi.
Topkapi estuvo en funcionamiento hasta el año 1853, cuando la residencia imperial mudó su sede al Palacio de Dolmabahçe.
Hoy en día, Topkapi es un museo, en el que se muestra cómo era la vida de los reyes otomanos durante el tiempo de gloria del imperio. Además, se ha convertido en un sitio de interés turístico de gran importancia para toda Turquía.
