Speicherstadt, antiguo barrio de almacenes.

Actualmente, los muelles y almacenes del Speicherstadt volvieron a ser uno de los espacios más activos de la ciudad. Aunque aún guardan mercancía y siguen siendo una gran zona comercial, muchos de sus galpones se convirtieron en cafés y restaurantes.

Esta transformación trajo consigo una enorme cantidad de visitantes, que no solo querían sentarse y desfrutar de un rato agradable en una acogedora cafetería, sino que también querían ver de cerca la increíble estructura del Speicherstadt.

Del mismo modo, la zona franca más conocida de Hamburgo es su espacio cultural, puesto que aquí están las sedes de varios museos, incluyendo el simpático Miniatur-Wunderland y el igualmente interesante Museo Aduanero.

Todo el lugar, que abarca unos 630.000 m2, fue diseñado para seguir un notorio estilo neogótico, del que resalta el color rojizo de sus ladrillos, sus techos verdes y sus imponentes fachadas. Estas características tan especiales, hicieron que el Speicherstadt fuese reconocido como un Patrimonio de la Humanidad en 2015.

Así que si quieres recorrer uno de los rincones con más cosas para ver y hacer de toda la ciudad, el Speicherstadt es la opción perfecta, sobre todo si viajas en familia.