El Parque Sempione de Milán.

El Parque Sempione fue construido detrás del Castillo Sforzesco, entre los años 1890 y 1893, inspirado en los jardines ingleses del siglo XIV. Al momento de su creación también se demolió parte del castillo, el espacio que se utilizaba para carreras de caballos y otros salones de celebración.

A lo largo de sus 47 hectáreas de vegetación, flores y senderos, tanto locales como turistas se reúnen en cualquier época del año para disfrutar de una tarde al aire libre.

Dentro del parque encontrarás una amplia variedad de árboles procedentes de todo el mundo, como Acebo, Catalpa, Cedro del Atlas, Cedro del Himalaya y Cedro Incienso. Además, habitan diversos animales como patos, ardillas y aves.

Sumado a esto, el parque cuenta con algunas edificaciones interesantes, como La Trienal, fundación que promueve el desarrollo de las artes y arquitectura italiana de vanguardia. También se encuentran el Acquario Cívico con más de 100 especies marinas, y la Arena Cívica, el anfiteatro donde se celebran conciertos y pruebas de atletismo.

Para llegar al Parque Sempione aconsejamos ir en transporte público. Especialmente si te encuentras en el centro de la ciudad, ya que el parque está a minutos del Duomo. En cuanto a horarios, el parque abre sus puertas todos los días de la semana.

Actualmente, el parque es frecuentado por los milaneses que buscan relajarse o tomar sol. Mientras lo recorres, darás con bellísimos caminos y románticos rincones, ideales para contemplar la naturaleza. Además, cuenta con amplios campos para que jueguen los niños.

Así que no pierdas la oportunidad de cerrar tu recorrido por Milán visitando este pulmón verde en el corazón de la ciudad. ¡Te va a encantar!