Palacio Pitti, el gran castillo de Florencia.

Antes de que se convirtiera en uno de los lugares más visitados de la Toscana, el Palacio Pitti era una propiedad privada, a la que solo podían ingresar los dueños y sus invitados. Sin embargo, esto cambió cuando el rey de Italia, Víctor Manuel III, donó el palacio y todo lo que se encontraba dentro de él al pueblo italiano.

Desde entonces, el lugar se transformó en un popular museo de arte, con interiores exquisitamente decorados y repletos de valiosísimas obras. Como es de esperar, el Palacio Pitti ha sido remodelado varias veces a lo largo de su extensa historia, a pesar de ello, aún conserva algunos decorados completamente originales.

En cuanto a su arquitectura, este castillo es amplio, tiene tres pisos, 7 galerías de exposición, es de bordes definidos y de apariencia severa. Su fachada exterior no está tan adornada como el interior, y de ella destaca su empedrado, que al sol se ve dorado y a la sombra de color arenoso.

Además, también resaltan sus preciosas fuentes y jardines, que dan la bienvenida a todos los turistas deseosos de conocer este maravilloso palacio florentino.