Aunque su exterior es lo más especial de la Ópera House, el interior no decepciona. Su luminoso vestíbulo permite disfrutar las vistas del fiordo. Las paredes principales están revestidas con madera de roble, siguiendo los métodos constructivos tradicionales, que utilizaban los carpinteros noruegos para la construcción de barcos.
El gran ventanal de la parte superior llena el espacio de luz natural. Además, esta gran ventana conecta el interior del espacio con su exterior.
En cuanto a la acústica del edificio, ha recibido buenas críticas. Esto se debe a que los salones de ópera están sumergidos en el agua. El escenario principal, por ejemplo, está a 16 metros por debajo del mar.
Este auditorio tiene una capacidad de más de mil espectadores, posee una araña de siete metros de diámetro y más de ocho mil lámparas. Cada uno de estos detalles de diseño, lo vuelve uno de los espacios culturales más hermosos de Europa.
Finalmente, al visitar la Ópera House debes conocer su terraza. Gracias a la forma escalonada del edificio, puedes subir caminando hasta la parte superior y disfrutar de las vistas únicas que ofrece. Sin duda, es un palacio que da gusto visitar, conocer y admirar.
