Catedral de la Almudena, el gran templo madrileño.

Esta catedral posee un estilo de diseño neorromántico, neoclásico y neogótico. Las variaciones en su arquitectura se deben, en parte, a que tuvo que pasar por manos de distintos maestros de obras, cada uno con una visión diferente de cómo debería verse la catedral.

Hoy en día, la Catedral de la Almudena cuenta con dos fachadas principales, una cúpula, una nave central, dos torres y grandes vitrales. La cúpula es especialmente fascinante, resalta por su gran tamaño y por su intrincado modelo neogótico.

Igualmente, la nave destaca por su altura, ya que alcanza los 82 metros. Además, no podíamos dejar de mencionar los bellísimos vitrales de la iglesia, estos son lo suficientemente amplios como para que el interior pueda recibir luz natural.

Los colores de las vidrieras dan mucho de qué hablar, ya que con la iluminación correcta, dan la ilusión de que pintan los espacios de la catedral. Asimismo, el arte no falta en Almudena, ya que está repleta de esculturas, dibujos, mosaicos y murales de temática religiosa.

Todas estas maravillas, sumadas a su cercanía con el Palacio Real, hicieron que la Catedral de Almudena fuese elegida para celebrar la boda de Felipe y Letizia, actuales reyes de España.