París en tres días, un recorrido práctico

Esta ciudad cuenta con una magnífica muestra de monumentos y museos, y el segundo día puede aprovecharse para visitar algunos de ellos. Entre los más emblemáticos, encontramos la archiconocida Torre Eiffel, el Museo de Louvre y la Catedral de Nuestra Señora de París.

Por otro lado, si eres de las personas que sienten afinidad por el patrimonio arquitectónico, en la Santa Capilla encontrarás un auténtico tesoro de estilo gótico. Aunque menos famosa que la catedral antes mencionada, este templo es una maravilla visual.

Durante la noche del segundo día, tienes muchas opciones a tu disposición para pasar el rato. Por ejemplo, si te gusta la ópera, no puedes dejar de ir al glamoroso y elegante teatro de ópera Garnier, el cual es todo un emblema de la cultura local. Si te agrada más un espectáculo movido y lleno de luces, puede que tu mejor alternativa sea ir al Moulin Rouge, ubicado a los pies de la colina Montmatre.

Si en medio de este agitado itinerario tienes un espacio libre, no dudes en usarlo para visitar las sobrecogedoras Catacumbas de París, conocidas por ser, probablemente, la red de túneles subterráneos más famosos de Europa.