Torre Eiffel, el gran imperdible de París

Actualmente, resulta absurdo imaginar a la capital francesa sin su popular torre. Esta es tan representativa, que está al mismo nivel de obras como la Catedral de Notre Dame y el Museo del Louvre.

De hecho, no hay recorrido turístico parisino que pase de largo frente a este monumento, que también es, y por mucho, uno de los iconos más fotografiados del mundo.

Por estas razones, es difícil creer que Paris existió durante muchísimos siglos sin la Torre Eiffel.

Esta fue diseñada a mediados del siglo XVIII, e inaugurada en el año 1889, por lo que es bastante nueva si se le comparara con otros puntos de la ciudad, como las Catacumbas o el Arco del Triunfo.

Muchos parisinos pensaban que la torre era un monumento innecesario, e incluso había quienes deseaban que fuese desmantelado. Una de las razones por la que la torre no tuvo un buen recibimiento, fue porque era imposible no verla desde casi cualquier lugar de la capital francesa, y resaltaba bastante de entre las otras construcciones.

Sin embargo, el tiempo demostró que la Torre Eiffel había llegado para quedarse, hasta convertirse en lo que es hoy, un sinónimo de Paris.