Los idílicos Jardines de Luxemburgo.

En sus inicios, los Jardines de Luxemburgo eran parte del Palacio de Luxemburgo, el cual fue construido para la reina consorte de Francia, María de Médici.

La soberana no estaba conforme con su residencia real, por lo que decidió crear su propio castillo, que debía tener inmensos y placenteros jardines. Sin embargo, en el diseño original del Palacio de los Luxemburgo, los espacios verdes eran considerablemente pequeños.

Con el paso del tiempo, los jardines se fueron expandiendo, hasta convertirse en un parque de gran tamaño. Mientras que los jardines crecían, la situación política en Francia cambiaba.

Cuando la Familia Real fue destituida durante la revolución de 1789 y 1790, el Palacio de Luxemburgo se convirtió en una prisión, y los jardines fueron descuidados. Posteriormente, ya en el siglo XX, los Jardines de Luxemburgo tuvieron que sobrevivir los peores días de la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron utilizados como cuartel y como búnker.

Actualmente, el difícil pasado de la capital francesa ha quedado atrás, y los Jardines de Luxemburgo son un punto turístico imperdible para todos quienes visitan París.