Plaza Dam, corazón de Ámsterdam.

La historia de la Plaza Dam es tan antigua como la ciudad misma. Los Países Bajos han librado desde sus inicios, una incansable lucha contra el agua. Al estar bajo el nivel del mar, las represas y canales son esenciales para evitar que distintas zonas del país se hundan.

Ámsterdam no es la excepción, y es que en el lugar en donde hoy se encuentra la Plaza Dam, fue construida la primera presa que permitió unir la ciudad, y facilitar el comercio entre sus habitantes.

El nombre de Ámsterdam proviene de este mismo hecho. Ya que en neerlandés, la palabra Dam significa represa, mientras que el río Amstel fue el que tuvo que ser contenido para crear esta urbe. Gracias a esta unión, nació Ámsterdam.

Con el pasar de los años, la población creció y las construcciones aumentaron, sin embargo, el punto central de la ciudad seguía siendo la Plaza Dam. Por este motivo, la plaza no es solo un espacio de decoración urbana, sino que representa los siglos y siglos de historia de sus ciudadanos.

Hoy en día, la Plaza Dam continúa siendo el punto más importante de Ámsterdam, y es uno de los imperdibles de esta metrópoli neerlandesa.