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Magere Brug
Tripaim

Magere Brug, puente basculante.

Si hay algo que caracteriza a Ámsterdam, son sus puentes y canales. A lo largo de toda la ciudad, encontramos numerosos pasadizos sobre el agua, que no solo facilitan el tránsito de peatones, sino que también permiten el paso de barcos y barcazas. El más famoso de todos ellos es el Puente Magere Brug, y hoy lo vamos a descubrir.

Índice de contenido

Puentes de Amsterdam

Una ciudad y 1200 puentes

La geografía de los Países Bajos es peculiar, como su nombre lo indica, más de la mitad del territorio se encuentra bajo el nivel del mar, haciéndolo vulnerable a inundaciones y las crecidas de los ríos.


En Ámsterdam, esta dificultad hizo que se creara un inmenso sistema de canales y puentes, con el objetivo de hacer de este lugar un espacio transitable, dejando atrás la continua amenaza del agua.


Actualmente, esta metrópoli neerlandesa tiene más de mil puentes, que unen los diversos puntos de la urbe y hacen de ella una de las ciudades más interconectadas de la región. El Magere Brug se levanta sobre el río Ámstel, y al ser un puente basculante, está dividido en dos secciones, que suben para permitir el paso de las numerosas embarcaciones que recorren los canales.

Amsterdam

¿Cuál es la historia del Magere Brug?

A simple vista, el Magere Brug parece ser más antiguo de lo que realmente es, puesto que fue construido siguiendo el clásico diseño arquitectónico neerlandés. 

 

Del mismo modo, heredó el nombre de uno de los primeros puentes que se elevaron sobre el Ámstel, el cual era estrecho y difícil de transitar. De hecho, se dice que el primer puente era tan delgado, que los peatones tenían grandes dificultades para poder cruzarlo.

 

Ese puente, el Magere Brug original, tuvo que ser reconstruido en diversas ocasiones, ya que el uso constante, el tiempo y las condiciones climáticas lo deterioraban. La reforma más reciente ocurrió en 1934, cuando el viejo puente estaba tan desgastado que corría riesgo de colapsar.

 

En ese momento, el nuevo Magere Brug fue planificado para lograr dos objetivos. El primero era cumplir con su propósito vial, mientras que el otro era respetar el modelo original, y en lugar de construir un puente completamente industrial, fue edificado con una apariencia tradicional.

 

Por ello, el puente luce un simple color blanco, muy austero pero también elegante. Sin embargo, este pasadizo sí fue modernizado, al menos en su mecanismo levadizo, que ahora es automático y antes tenía que ser impulsado por guardias que vigilaban el paso de los barcos.

 

Desde aquel entonces, el Magere Brug se transformó en una de las vías más concurridas de la ciudad. Sobre él pasan personas y también bicicletas, que son el principal medio de transporte de Ámsterdam.

Lugares turísticos de Amsterdam

¿Cuándo se puede visitar el Magere Brug?

Si estás de paso por Ámsterdam, tienes que visitar el Magere Brug, y disfrutar de las vistas que este ofrece del horizonte de la ciudad. Ten en cuenta que este pasadizo solo está abierto para peatones y ciclistas, puesto que el paso para vehículos está restringido.


Igualmente, el puente Magere Brug es un espacio público, y la entrada es gratuita. Al estar situado en el centro de Amsterdam tienes muy cerca otros lugares de interés, como la Plaza Dam y la Nieuwe Kerk


Además, el mejor momento para visitarlo es durante la época navideña, cuando el pasadizo se llena de luces y el ambiente de la metrópoli es muchísimo más animado, dinámico y activo.

Cómo llegar

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