La Cúpula del Reichstag, el emblema berlinés.

El siglo XX fue complicado para Alemania, no solo formó parte de los dos conflictos bélicos más terribles que el mundo haya visto, sino que también tuvo que vivir un largo periodo de posguerra y ocupación. 

Debido a ello, el país quedó dividido en dos, la Alemania Federal y la Democrática. Esta separación estaba marcada por el Muro de Berlín, un símbolo de la Guerra Fría. Cuando este desapareció en 1989, los alemanes se esforzaron por unir de nuevo ambas partes de la capital.

Uno de los proyectos elegidos para representar la unión de Alemania, fue la construcción de la nueva Cúpula del Reichstag. La creación de este espacio fue un reto arquitectónico, y no pudo ser inaugurado sino hasta 1999.

Esta cúpula destaca por estar hecha de cristal y vidrio, además de ser completamente transparente. Del mismo modo, es posible ver a través de ella, y desde las alturas la Cúpula del Reichstag ofrece una vista perfecta a la sala del parlamento.

Asimismo, la apariencia simple pero formal de la estructura hace de ella uno de los rasgos más distintivos de Berlín.