La Casa de la Ópera, para enamorarse de la Ópera.

Una de las curiosidades más destacables de la Casa de la Ópera es su origen, puesto que su construcción se logró gracias a la inversión privada de un multimillonario danés. Sin embargo, esto también significó que su financiador tenía libertad al momento de decidir la distribución y la apariencia del lugar.

Del mismo modo, la Casa de la Ópera destaca por su ubicación, al borde de la bahía y muy cerca a la plaza de Amalienborg, en donde se encuentra el Palacio de Amalienborg, que es una de las residencias oficiales de la Familia Real Danesa.

Asimismo, no podemos dejar de mencionar su techo de metal, el cual se puede ver desde la lejanía y simboliza la estética moderna de este recinto cultural. A pesar de ello, en los planos originales este techo era de cristal, pero finalmente se hizo con materiales metálicos para que perdurara por más tiempo.

De igual manera, uno de los aspectos más resaltantes de la Casa de la Ópera es su increíble acústica. La música parece extenderse por cada rincón de este magnífico edificio, lo que la convierte en una de las óperas mejor diseñadas del mundo.