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La historia francesa está llena de personajes increíbles, grandes héroes, maravillosos escritores, fantásticos científicos y un sinfín de magníficas personas que no solo contribuyeron al desarrollo de Francia, sino del mundo entero. Hoy en día, muchos de ellos se encuentran descansando en el Panteón de París.
Es común que, en varios países, se construyan panteones en donde se honren a los héroes nacionales. Francia, por supuesto, no podía ser la excepción, por lo que empezó la construcción de su propio Panteón en el año 1764.
El monumento fue terminado en 1790, y en su momento fue el edificio más reconocible de la capital francesa. Durante sus primeros años, ningún otro monumento parisino, ni siquiera la Catedral de Notre Dame, podía compararse con la grandeza del Panteón.
Este se ubica en el popular Barrio Latino, cerca de los preciosísimos Jardines de Luxemburgo. El Panteón de París tiene un estilo neoclásico, destacándose su gran cúpula y sus imponentes pilares. Su apariencia lo hace bastante similar al famoso Panteón Romano, uno de los tantos íconos de la capital italiana.
Una de sus curiosidades, es que el plan original era que este fuese una iglesia católica. De hecho, el Panteón de París fue reconocido como tal casi un siglo después de su inauguración. Actualmente, está considerado como un Monumento Histórico Clasificado.
Entre las características más destacables del Panteón, se encuentra su arquitectura y su decoración interior. El edificio es una mezcla de neoclásico y gótico, y sus espacios internos están preciosamente adornados.
Dentro del Panteón también podemos encontrar distintas obras de arte, sobre todo de tipo religioso. Sobresalen las pinturas dedicadas a Juana de Arco y a otros varios santos del catolicismo.
Entre los ilustres personajes que se encuentran enterradas aquí, podemos mencionar a algunos de los más relevantes:
Victor Hugo, Marie Curie, Pierre Curie, Louis Braille, Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, René Cassin, Èmile Zola, Alexandre Dumas, Jean Jaures, Jean Monnet, Jean Moulin.
La mayoría de estas tumbas están decoradas con finas estatuas y esculturas, que representan las labores que estas ilustres personas realizaron durante sus vidas, además de demostrar su impacto en la sociedad francesa.
Del mismo modo, en el Panteón de París es posible hallar placas e inscripciones que conmemoran a más de mil ciudadanos franceses cuyos trabajos también marcaron al país, así como homenajes a los soldados galos que combatieron en la Primera Guerra Mundial.
El Panteón se erigió como una iglesia dedicada a Santa Genoveva, patrona de París, en el transcurso de la Revolución Francesa la transformaron en un mausoleo secular y durante la Segunda Guerra Mundial la cripta sirvió a la Resistencia Francesa como un escondite y un refugio secreto.
En 1851 Napoleón Bonaparte autorizó al físico Léon Foucault a realizar un experimento dentro del Panteón para demostrar la rotación de la Tierra. Para la evidencia uso un gran péndulo, conocido desde entonces como el péndulo de Foucault. Desde 1995 en el Panteón hay instalada una réplica del péndulo.
La asombrosa cúpula sustentada por columnas dispuestas en círculo está inspirada o recuerda a la Basílica de San Pedro en el Vaticano y a la Catedral de Saint Paul en Londres.
El Panteón de París es uno de los tantos imperdibles de esta ciudad europea, el lugar abre sus puertas a los visitantes durante casi todo el año, con algunos cambios en el horario y los días de acceso.
Para poder ingresar, hay que comprar una entrada, mientras que los menores de edad tienen acceso gratuito.
La ubicación del Panteón de París es bastante céntrica, y es sencillo llegar a otros puntos de interés turístico, como el Barrio Latino, los Jardines de Luxemburgo y el Museo Cluny. La Catedral de Notre Dame, también es un vecino cercano del Panteón.
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Un comentario en “El Panteón”
Sara y Luis
4 de septiembre de 2024 a las 18:31Cuando visitamos París no teníamos pensado entrar en el Panteón pero como nos sobró un poco de tiempo decidimos entrar. Que sorpresa no llevamos! Es uno de los edificios históricos más bonitos que visitamos, sus detalles arquitectónicos son espectaculares. Recomendamos reservar con antelación para no tener que hacer tanta cola.