El Museo Marítimo de Ámsterdam.

Actualmente, Ámsterdam es una de las metrópolis europeas más vibrantes y activas, llena de comercio y de lugares interesantes que conocer. Sin embargo, esto no siempre fue así. En sus inicios, los Países Bajos estaban a merced de las crecidas del mar, que ocasionalmente dejaban a más de la mitad del territorio sumergido bajo las olas.

Para afrontar este desafío, los neerlandeses crearon una enorme red de diques, puentes y canales, que permitieron que las ciudades crecieran y prosperarán. Con el tiempo, Ámsterdam se convirtió en un puerto internacional, que recibía mercancías de todas partes del mundo.

Los encargados de traer esa mercancía, eran los navegantes de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Ellos, junto con la Marina Real Neerlandesa, estuvieron entre los mejores y más avanzados marineros de su época.

La antigua sede de la Marina Real, un legendario edificio que fue construido en el siglo XVII, ahora famoso por el Museo Marítimo Nacional de los Países Bajos, una visita imprescindible para los que están de paso por la ciudad.

No importa si viajas en familia, con amigos o por tu cuenta, visitar el Museo Marítimo es una experiencia que te encantará. Este está abierto durante toda la semana, por lo que podrás ir cuando desees.

Recuerda que para ingresar, hay que comprar una entrada. Los pequeños que tengan 4 años o menos, entran gratuitamente.

Por último, si vas en transporte público, podrás tomar las líneas 22 y 48 del sistema de bus, que te dejarán cerca de la entrada del Museo Marítimo. Tienes otra visita imprescindible de Amsterdam muy cerca de este lugar, es el Palacio Real.

¿Ya lo tienes todo planeado? ¡Nos vemos allá!