Plaza del Cabildo, más que una plaza.

Una de las características que hacen de la Plaza del Cabildo una zona única, es que no tiene forma ovalada, rectangular o cuadrada, como son la mayoría de las plazas, sino que es semicircular.

El acceso al lugar también es bastante curioso, ya que no tiene una entrada directa, y para poder llegar a él hay que atravesar alguna de sus tres puertas, que dan a distintas calles. Las diferentes zonas en donde se encuentran las puertas para ingresar a la Plaza del Cabildo son la Calle Erfe, la Calle del Almirantazgo y la Calle de la Constitución, siendo esta última la más utilizada de todas.

Del mismo modo, dentro de la plaza podemos observar otras peculiaridades, la más evidente es que es un lugar cerrado, ya que la antigua pared de la escuela la mantiene apartada de las calles y avenidas.

Del mismo modo, la Plaza del Cabildo tiene su forma semicircular gracias a un antiguo edificio, el cual forma una de las fachadas de la plaza y está soportado sobre numerosos arcos y pilares. Estos arcos están delicadamente adornados con tonos blancos, naranjas, amarillos y dorados.

Igualmente, el centro de la plaza se encuentra decorada por una fuente, mientras que los balcones del edificio, el cual tiene tres pisos, le dan un aire encantador a todo el lugar.