Este monumento está ubicado en Belém, muy cerca del río Tajo, el más largo de la península ibérica. La construcción es peculiar, ya que tiene forma de carabela, un tipo de barco muy popular durante la Era de los Descubrimientos.
Esta carabela, de la que solo está representada su parte frontal, tiene como pilar la Espada de la Dinastía de Avís, que reinó en Portugal por más de tres siglos. A los lados, están los escudos lusos y en las bases inferiores, las estatuas de los descubridores, alineadas en dos filas.
El más célebre de todos ellos es Enrique el Navegante, que se encuentra liderando ambas hileras. Enrique el Navegante fue un noble portugués, miembro de la familia real, quién estableció muchas de las primeras rutas comerciales lusas por las costas de África.
Acompañándolo, están Alfonso V de Portugal, monarca lusitano, Vasco de Gama, destacado marinero y descubridor, Bartolomé Díaz, el primer europeo que cruzó hacía la India por el Cabo de la Buena Esperanza, entre otros.
De igual manera, el Monumento a los Descubridores fue construido para conmemorar la vida de Enrique el Navegante, aunque tuvo que edificarse en dos ocasiones diferentes. La primera fue durante la década de los 40’s, y luego en los años 60’s.
Desde entonces, el Monumento a los Descubridores se convirtió en uno de los puntos turísticos más visitados de Portugal, que no puede faltar en ningún itinerario de viaje.
Un comentario en “Monumento a los Descubridores”
John y Mireia
18 de mayo de 2024 a las 15:09Un monumento increíble con un diseño bonito y que queda perfecto junto al río y su entorno. Los detalles están muy bien trabajados, merece mucho la pena verlo de cerca. Nosotros no pudimos entrar porque ya habían cerrado pero nos quedamos con ganas de subir a la terraza mirador.